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Quizás tras leer este artículo cambies de opinión sobre el órgano más maltratado e importante de nuestro organismo, el intestino.
Aquí hablaremos ligeramente sobre el pequeño universo que lo habita, la microbiota intestinal.
¿Qué es?
Denominamos microbiota al conjunto de microorganismos que residen en un entorno dado. En el cuerpo humano, la encontramos en la piel, mucosas, boca y en las mujeres, además, en la vagina.
Nos vamos a centrar en la microbiota intestinal, también conocida como micro flora o flora intestinal.
Nuestra microbiota está formada por aproximadamente 100 Billones de microorganismos, y de esta sólo la tercera parte es común entre la mayoría de personas. Los otros dos tercios son específicos de cada individuo, haciéndonos únicos, al igual que una cadena genética.
Única y diferenciadora
Desde el mismo momento en el que nacemos, nuestra microbiota comienza a diferenciarnos.
Factores como el tipo de nacimiento (cesárea o parto vaginal), el ambiente del parto, la alimentación (mediante pecho o por biberón), o incluso las características del lugar donde se realiza, tienen un peso muy importante en el futuro desarrollo de la microbiota intestinal.
Hasta los tres años, nuestra colonia es pobre e inestable. A partir de esta edad, es cuando se vuelve cada vez más estable y evoluciona hacia la mayor diversificación de microorganismos, alcanzado en la edad adulta. A partir de aquí, vuelve a menguar progresivamente, siendo factores aceleradores una dieta pobre, así como el elevado consumo de medicamentos, alcohol o tabaco.
Como hemos visto, el lugar donde se nace es importante en el desarrollo de la microbiota intestinal. La población asiática está preparada para digerir y sintetizar mejor las algas que la caucásica. Por el contrario, los asiáticos tienen peor tolerancia a la lactosa. Esto es debido a la especialización de las enzimas encargadas de digerirlas, que son producidas en el intestino.
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Otros factores externos aparentemente no relacionados, también pueden mermar nuestra diversidad bacteriana. Los adultos mayores que viven en residencias geriátricas, presentan una peor configuración intestinal que aquellos que permanecen es sus hogares y que mantienen sus hábitos alimenticios.
Aunque la microbiota intestinal puede adaptarse, en ocasiones nos podemos encontrar ante una simbiosis, relacionada con problemas de salud como:
• Desórdenes intestinales (diarreas)
• Enfermedad Intestino Irritable
• Enfermedad de Crohn
• Alergias
• Atopía
• Celiaquía (intolerancia al gluten)
• Obesidad
• Diabetes tipo 2
• Ansiedad
• Estrés
• Anorexia nerviosa
• Etc.
Manteniendo la microbiota
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Para mantener una microbiota intestinal sana, tenemos que fijarnos en los probióticos y prebióticos de nuestra alimentación.
Infinidad de estudios relacionan directamente el estado de salud de nuestra microbiota intestinal con el consumo de probióticos y prebióticos. Tanto unos como otros, son fáciles de conseguir mediante una alimentación saludable, sin necesidad de preparados comerciales, que son menos útiles y mucho más caros.
Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran naturalmente presentes en alimentos como yogur, kéfir, miso, bebidas de soja y leche fermentada.
Los prebióticos son la parte no digerible de un alimento que es fermentada en el intestino grueso y sirve de alimento a nuestras bacterias intestinales
Ésta proviene de alimentos como fruta, verdura, hortalizas, legumbres y cereales integrales
Cuanto más diversa sea nuestra alimentación, más saludable tendremos nuestra microflora intestinal.
Funciones
La microbiota tiene un papel importante en nuestro organismo, desarrollando funciones de:
- Síntesis de determinado nutrientes que el estómago y el intestino delgado no han podido digerir
- Contribuye a la producción de algunas vitaminas B y K
- Previene la invasión de microorganismos dañinos, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal
- Parte importante en el sistema inmune
- Creación de hormonas (el 90% de la serotonina se produce en el intestino y se envía al cerebro
Función de la microbiota
• Efecto barrera
Nuestro intestino debe enfrentarse a la compleja actividad de tolerar las bacterias beneficiosas y oponerse a las peligrosas. Algunas bacterias liberan moléculas antimicrobianas contara los gérmenes patógenos, mientras otras estimulan la mucosidad para proteger a las células intestinales.
• Estimulación del sistema inmune
Las bacterias de la flora intestinal contribuyen en la maduración del sistema inmunitario intestinal. El intestino es el principal almacén de células inmunitarias del organismo, el cual influye sobre la composición y diversidad de la microbiota.
• Mucosa intestinal
La microbiota influye directamente en la maduración del tubo digestivo, en su grosor, producción de moco, irrigación de las células intestinales y actividad enzimática de la mucosa.
• Funciones emergentes
Recientes estudios relacionan el estado de la microbiota con enfermedades inflamatorias, metabólicas y de trastornos conductuales y neurológicos.
Como has comprobado, en lo que se refiere a nuestra microbiota, se hace verdadero el dicho de “somos lo que comemos”.
Antes de lanzarte a cambiar tus hábitos, te recomendamos que visites a un dietista o un nutricionista, el cual te guiará de forma adecuada con tus nuevas pautas alimenticias.
Puedes contactarnos en el mail del formulario de contacto, aquí
Equipo dietistas de Riusec Nutrición
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Soy Pedro, apasionado del deporte de resistencia y dietista por vocación. Desde mi consulta en Castellón ayudo a los deportistas a mejorar su rendimiento ajustando su dieta con método y sentido común. Mi máxima es «Come bien, rinde más» ¿Hablamos?