Jengibre, un aliado para tu salud.

Características

El jengibre es una planta de zona tropical, cuyo nombre científico es Zingiber officinale.

El rizoma de esta planta, es lo que conocemos como raíz de jengibre, es ampliamente utilizado con fines culinarios y medicinales. Este tubérculo, similar a la cúrcuma, que se puede aprovechar tanto en su forma natural como en polvo, es la estrella de la cocina asiática, y no solo aromatiza los guisos de arroz, las salsas agridulces o los postres, si no que también se consume en bebidas frías y calientes

 El sabor ligeramente picante-dulce y las increíbles propiedades curativas que se le atribuyen al jengibre se deben a su principal compuesto activo: el gingerol.

Propiedades

Sus propiedades son altamente recomendables en problemas digestivos, ayudando a la producción de enzimas digestivas, estimulando el páncreas, reduciendo la producción de gases, y manteniendo sana la microbiota intestinal.

Es recomendable para mitigar las náuseas o vómitos típicos de los viajes.

  • Para el mareo y las náuseas. Reduce los síntomas asociados al mareo. Resulta muy útil para las náuseas de las embarazadas. (consultar con el médico antes de consumirla)
  • Para el mal aliento. Una técnica oriental consiste en utilizar un pequeño trozo de jengibre encurtido con vinagre para quitar el mal aliento y refrescar la boca después de las comidas.
  • Para la digestión. Favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales. Tomar habitualmente jengibre ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales y meteorismos. (Recomendable acompañar de probióticos)
  • Calorífico. El jengibre puede ayudar a la sudoración y es muy útil en resfriados y gripes.
  • Tónico circulatorio. La combinación del estímulo de sudor y del torrente circulatorio induce a mover la sangre a la periferia. Esto lo hace apropiado para sabañones, hipertensión y fiebre. El jengibre también inhibe la agregación plaquetaria, por lo que contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Antioxidante. El jengibre es rico en antioxidantes, que retrasan el proceso de envejecimiento.
  • Antiinflamatorio. Sus gingeroles, principales componentes activos del jengibre y responsables de su sabor picante, son aceites volátiles con propiedades antiinflamatorias muy potentes. Personas con artritis reumatoide experimentan alivio en su dolor e hinchazón y mejorías en su movilidad cuando consumen jengibre regularmente.
  • Anticancerígeno. Los gingeroles también podrían inhibir el crecimiento de células de cáncer colorrectal, según sugieren los resultados de diferentes estudios.
  • Actividad muscular. Presenta un alto contenido en magnesio, calcio y fósforo, minerales que participan activamente en la contracción del músculo y en la transmisión del impulso nervioso. Constituye, pues, un remedio útil para prevenir y combatir espasmos musculares y debilidad muscular.
  • Su alto poder anti bacteriano mantiene controlados lo agentes patógenos, como gripe, dolor de garganta, sinusitis, fiebre.
  • Previene la fatiga crónica, procesos depresivos, reduce los procesos inflamatorios en artritis y artrosis, ayudando en nuestros sistema circulatorio.

Está desaconsejado su consumo en caso de úlcera gastroduodenal.

Rizoma de Jengibre

Consumo y conservación

Puedes consumirlo crudo en ensaladas, infusiones, o en trocitos. También puedes tomarlo en polvo en cápsulas.

Si compras rizoma fresco fíjate que esté terso, sin arrugas. Los rizomas se pueden congelar, pelados y en trozos o rallados, y en nevera, se mantienen bien hasta un par de meses.

El jengibre en polvo conviene comprarlo en pequeña cantidad para conservar su aroma y frescor.

Sin lugar a dudas un grandísimo condimento que mejorará tu dieta.

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